Resumen Venga Tu Reino Parte 3 1 Samuel 2:12-36 Introducción: Eric Liddel, un hombre que honró a Dios La vida de Eric Liddel muestra que el propósito principal de nuestra existencia es honrar a Dios por encima de todo. No buscó su gloria personal, sino que, tanto en la pista como en la misión, reflejó este principio: “A los que me honran, yo los honraré” (1 Sam. 2:30). 1. Los impíos: Los hijos de Elí Ofni y Finees eran sacerdotes, pero vivían en pecado: robaban de las ofrendas y se aprovechaban de mujeres en el templo. Conocían los rituales, pero no conocían a Dios. Elí fue un padre permisivo que no los corrigió con firmeza; amó más a sus hijos que a Dios. Resultado: Dios los rechazó y decretó su juicio. Principio: La falta de honra a Dios siempre trae consecuencias. 2. El digno: Samuel A diferencia de los hijos de Elí, Samuel creció sirviendo fielmente al Señor en un ambiente corrupto. Su vida reflejó obediencia y servicio, preparando el camino para ser líder y profeta. Su formación piadosa vino de padres que lo entregaron al Señor, especialmente de Ana, quien lo apoyaba y oraba por él. Principio: Quien honra a Dios, aun en contextos difíciles, recibe gracia para crecer y ser usado por Él. 3. El contraste: Honrar a Dios o despreciarlo Elí y sus hijos representan el desprecio hacia Dios. Samuel y Ana representan la honra hacia Dios. La historia recuerda que fuiste creado para honrar a Dios. Esa es la clave de la vida plena y de un legado que perdura. Aplicación actual: Hoy también vemos líderes que, como los hijos de Elí, usan su posición para beneficio propio. Pero Dios sigue levantando personas que, como Samuel, se mantienen fieles en medio de la corrupción. La pregunta es: ¿a quién estamos honrando con nuestra vida: a nosotros mismos, a los demás, o a Dios? Preguntas para discusión en grupo pequeño Reflexión personal: ¿Qué significa en tu vida práctica “honrar a Dios” en tu familia, trabajo y relaciones? Los hijos de Elí conocían los rituales pero no a Dios. ¿Cómo podemos evitar caer en una fe ritualista o superficial? Elí fue un padre pasivo, mientras que Ana fue una madre intencional. ¿Qué ejemplo te desafía más en tu vida familiar o de influencia espiritual?
1 Samuel 2:12-36
La vida de Eric Liddel muestra que el propósito principal de nuestra existencia es honrar a Dios por encima de todo. No buscó su gloria personal, sino que, tanto en la pista como en la misión, reflejó este principio: “A los que me honran, yo los honraré” (1 Sam. 2:30).
Principio: La falta de honra a Dios siempre trae consecuencias.
Principio: Quien honra a Dios, aun en contextos difíciles, recibe gracia para crecer y ser usado por Él.